Hoy me gustaría hablar sobre como el hijo de un esclavo consiguío crear una dinastía de gobernantes.
Es el caso de Ahmad ibn Tulun (835-884) fundó la dinastía de Los Tuluníes en Egipto, una dinastía musulmana de raíces turcas. Ahmad participó como mameluco en la guerra civil entre los califas Al-Mu’tazz y Al-Musta’in, al ser derrotado en 866 Al-Musta’in Ahmad le acompañó en su destierro. El califa le enconmendó la administración de Egipto por lo que fue enviado como regidor provisional.
Con el apoyo del ejército y del pueblo Ahmad consolidó su poder y en 868 dejó de pagar los correspondientes impuestos a los califas conviertiendo a Egipto en reino independiente ( algo que no ocurría desde la dinastía Ptolemaica) y estableciendo su capital en al-Qatai.
Durante su mandato hubo numerosas construcciones como la ampliación del puerto de Akko, pero quizás la más importante sea la construcción de la mezquita de Ibn Tulun entre los años 876-879 al norte de Fustat (hoy el Cairo). No se olvidó de crear un gran ejército con el que conquistaría en 875 Jebd Akhar (Cirenaica) y Siria y Cilicia en 878.
Murió en el año 884 sucediéndole su hijo Jumarawayh, dejó un corto legado pero consiguió emparentar por matrimonio con los abbasíes. En 905 el califa de Bagdag conquistó su territorio.
Interesante
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